El presidente de AG joyería asegura que el venezolano es un ávido seguidor de las tendencias mundiales, particularmente de marcas reconocidas y de prestigio
La historia de AG Joyería comenzó cuando un grupo familiar llegó a nuestro país luego de la Segunda Guerra Mundial.
Esto ocurrió en la década de 1950. En sus inicios, fueron conocidos como joyería Burg; su sede estaba ubicada en Sabana Grande. Pasados los años, una tercera generación llena de creatividad y entusiasmo, liderada por Álvaro Bartoloni, ha llevado la joyería a convertirse en sinónimo de prestigio a lo largo de los años.
Cómo negocio familiar, ¿cómo se adaptan a los nuevos tiempos?
Nos hemos mantenido en este sector creciendo en los momentos oportunos que hemos visualizado en diferentes periodos de estas siete décadas, gracias a la experticia que tenemos en el mundo de la alta relojería y joyería, unida al entendimiento de lo que buscan los clientes y a traer lo mejor de lo que ofrecen las marcas que representamos.
¿Cómo ha evolucionado el área de la joyería en los últimos años?
En el mundo, a partir de la pandemia el área de la joyería ha aprendido a equilibrar de manera eficiente la experiencia virtual con la física, lo que ha impactado en un crecimiento sostenido del sector de aproximadamente 4,7%. Adicionalmente, se habla del incremento en las tendencias sobre personalización, del trabajo hecho a mano, del diseño de joyas para hombres y de prácticas con sostenibilidad y ética.
En relación al mercado, ¿cuáles son las características del consumidor de nuestro país que lo hacen atractivo para las grandes marcas?
El venezolano es un ávido seguidor de las tendencias mundiales, particularmente de marcas reconocidas y de prestigio. Tiene cultura y visión internacional, por lo que aprecia y reconoce todo lo que hay detrás de las marcas; mucho más en el caso de Bovet, que tiene en su haber 200 años de trayectoria para lograr una precisa manufactura, lo que la convierte en una pieza exclusiva que refleja una historia única.
¿Qué significa para el mercado joyero en Venezuela la llegada de la manufactura Bovet a nuestro país?
La llegada de Bovet a Venezuela representa la oportunidad de ofrecer al conocedor local de la alta relojería piezas de reconocido prestigio y manufactura mundial, además que nos da la oportunidad de colocar nuevamente al país en la actualización de las tendencias que se manejan en el escenario internacional.
Si tuviera que crear una joya que representará a Venezuela, ¿cuál sería?
Sería una joya única, convertida en un dije para llevarlo en el pecho, cerca del corazón. Sin duda, debe representar la majestuosidad de los recursos naturales que poseemos y la cálida belleza de nuestra gente