El Cartier Santos Dumont Microrotor se apoya en un nuevo calibre para reforzar el mensaje de poder que la maison francesa establece con todas y cada una de sus piezas relojeras
Profundizar en la historia siempre es un paso acertado cuando se trata de un modelo como el Santos-Dumont y una casa de la talla de Cartier. Lo podemos ver en este nuevo lanzamiento con un calibre completamente diferente, como quien avanza para hacer una nueva marca.
El calibre 9629 MC fue una proeza importante para la manufactura Cartier, que llevó más de dos años de trabajo en diseño y reingeniería, para que todos los elementos de la maquinaria funcionaran por encima de los estándares de precisión, pero también, al estar expuesta en forma esqueletizada, relataran la historia de esta singular pieza a través de una armónica composición de las 212 piezas del reloj.
¿Cómo lo lograron? Jugando con la disposición de los componentes para que estuvieran balanceados, el movimiento que sugieren a la vista y el que estarán dispuestos a ejecutar. Por ejemplo con el volante latiendo a las 11, pero el micro rotor a las 7 girando la masa oscilante, responsable de dar marcha al reloj.
No olvidemos que el primer Santos-Dumont se desarrolló en 1904 con un código estético muy mantenido, con la idea de que pueda (y deba) ser reconocible por cualquiera. Sus elementos imperdibles son la caja cuadrada con esquinas redondeadas, esculpida en oro y acero, con tornillos completamente visibles para evocar el aire industrial de la torre Eiffel, y al mismo tiempo muy refinado con la corona de rosca perlada y cabujón de zafiro azul.
En sus reinterpretaciones, el desafío de diseño ha estado en experimentar con la mirada del Santos-Dumont, incluso lo hemos visto cambiar su carácter en 2019 cuando, por primera vez, se presentó en modo esqueletizado, pero sin mermar absolutamente nada de su esencia: esta tiene que permanecer inalterable.
Este es el patrimonio de la maison y su reliquia preciada, el primer reloj diseñado para ser llevado en la muñeca. Llegados a este punto te preguntas, ¿qué puedes hacer a este modelo que no hayas hecho ya?
O, visto de otro modo, qué transgresión puedes proponer para los fieles seguidores del Santos-Dumont, sedientos de novedades, sin cometer una traición.
Cartier Santos Dumont Microrotor: El sueño de La Libélula
En este Cartier Santos Dumont Microrotor vemos volando sobre el micro rotor al avión ultraligero Demoiselle como si estuviera cruzando la esfera terrestre.
Los detalles de la decoración son al mismo tiempo la minuciosidad en los acabados del mecanismo. Por eso no han escatimado y para este lanzamiento hay una versión en acero y oro rosa, pero también otra en oro amarillo en la que se han propuesto llevar al máximo el exquisito trabajo de sus artesanos decorando los detalles con laca marina: bisel, caja y hasta los puentes que han sido pintados a mano.
El Demoiselle es el avión ultraligero que puedes adivinar dentro de la maquinaria expuesta y en marcha de este vívido Santos-Dumont, y fue uno de los artefactos aéreos que diseñó Alberto Santos-Dumont.
En la versión 2023 de este famoso reloj de culto, hay una reproducción en miniatura de cómo lucía el Demoiselle en pleno vuelo y lo encontramos decorando justo el centro del micro-rotor de platino, girando con cada movimiento del reloj.
El Demoiselle, también era conocido como La Libélula, y fue uno de los aviones más ágiles diseñados por el piloto brasileño, pesaba solo 60 kilos y era el más pequeño del mundo cuando fue creado en 1907.
Su apuesta era que se podía construir en solo 15 días y con materiales corrientes como el bambú. Nunca lo patentó, al contrario, cedió el diseño para que pudieran copiarlo, porque su objetivo era hacer una aviación abierta para todos.