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En el olimpo relojero viven los calendarios perpetuos

El desafío es crear un reloj que pueda llevar el paso del tiempo con una necesidad mínima de ajuste manual. Desde las casas IWC, Bovet y Patek Philippe nacen piezas con esta complicación excepcional que apuestan a largo plazo

Por: Etxenara Mendicoa

 ¿Qué debe tener un reloj para considerarlo pieza maestra? La respuesta es: debe tener mucho más de lo que se espera.

Debes fusionar una estética incuestionable, porque es un instrumento que suma a la presencia de quien lo porta, pero debe estar aún en mayor altura en cuanto a excelencia técnica. Son proezas de micromecánica que puedes conocer, pero que normalmente no se ven.

Y es que esta es una típica característica del diseño del calendario perpetuo: mostrar una belleza atemporal, porque es literalmente un reloj que pretende existir una eternidad completa. Ser heredado en el futuro, cambiar de dueño y de latitud, pero sin doblegar su concepto o mecanismo.

El calendario perpetuo es la expresión absoluta de un artefacto que, gracias al máximo ingenio relojero, es capaz de señalar el paso del tiempo como lo puede hacer una inteligencia mecánica.

En este reportaje comparativo, traemos una de las más importantes tendencias de este año, que además es uno de los topes de gama que tienen las marcas. Cuando tengas en tu mano uno de estas piezas, es importante que aprecies la perfección de sus detalles ornamentales y mecánicos, la intención para visualizar sus mediciones y la determinación de hacer un objeto que está hecho para trascender.

IWC Portugieser Calendario Eterno

El Portugieser Calendario Eterno de IWC sublima la filosofía de la manufactura de Schaffhausen: precisión técnica con un diseño limpio y funcional. Su calibre 52615 de manufactura propia incorpora el sistema Pellaton de carga automática, una innovación que maximiza la eficiencia del armado mediante un ingenioso sistema de trinquetes bidireccionales.

El diseño que siguen las indicaciones del calendario perpetuo responde a una lógica cartesiana que facilita la lectura instantánea. Los subdiales a las 3 y 9 horas muestran el día y el mes respectivamente, mientras que la fecha y el año se presentan en ventanillas perfectamente integradas. En el tope de la esfera se pueden ver las fases lunares con una precisión extraordinaria, con una desviación de solo un día cada 577.5 años.

La indicación doble hemisferio permite su uso tanto en el hemisferio norte como en el sur, un detalle técnico que refleja la vocación internacional del reloj.

A diferencia de muchos calendarios perpetuos que solo muestran el año dentro del ciclo de cuatro años, el Portugieser incorpora una ventanilla digital completa para el año. Esta característica no solo aumenta la funcionalidad práctica, sino que demuestra la capacidad técnica de IWC para implementar complicaciones adicionales sin comprometer la limpieza del diseño.

Otro detalle importante es la reserva de marcha, gracias a su sistema de doble barrilete, puede operar durante 7 días sin tener que dar cuerda al mecanismo, algo inusual en calendarios perpetuos que deben tanta energía a sus diferentes indicaciones.

Este reloj es una de las piezas más importantes en su hazaña de hacer una gran complicación como el calendario perpetuo, pero con un espíritu de lujo más accesible, tomando en cuenta los detalles mecánicos, estéticos y el poder de esta manufactura.

Bovet Récital 28 Prowess 1

El Récital 28 Prowess 1 de Bovet vuelve a conjugar arte y relojería con un resultado que no para de generar comentarios. Este calendario perpetuo fue concebido con una arquitectura tridimensional, dentro de una caja inclinada a 5 grados, y el efecto visual de esta estructura ya es un panorama difícil de olvidar.

Esta caja “escritorio”, patentada por la maison, mejora la legibilidad cuando el reloj está en la muñeca, y además permite disponer de forma innovadora los componentes.

Por parte del mecanismo también hay otra patente, corresponde al sistema que convierte el movimiento circular en indicaciones lineales y saltantes, permitiendo una disposición única de las indicaciones mientras mantiene la precisión.

Como es de esperarse en Bovet, el mecanismo de manufactura tiene acabados de máxima exquisitez como el anclaje pulido a espejo, granulado circular en las platinas y decoración Côtes de Genève en los puentes. La personalización de los grabados hace que cada pieza sea única.

 

Patek Philippe Calendario Perpetuo 5236P

 Este es el summit en cuanto a complicación de calendario perpetuo, según la tradición relojera ginebrina.

Presenta una disposición lineal de la fecha única para la que necesitaron desarrollar 118 componentes adicionales en la manufactura. Esta revolucionaria forma de integrar fecha, día y mes en una sola línea se considera una hazaña histórica en el registro de calendarios perpetuos.

Su mecanismo, el calibre 31-260 PS QL, es ultradelgado e integra dos innovaciones patentadas: el sistema de escape Silinvar y el espiral Spiromax, que en conjunción aumentan la precisión y la resistencia a los campos magnéticos.

La caja tiene un diámetro clásico grande de 41.3mm, está fabricada en platino 950 y tiene un diamante engastado a las 6 horas, un detalle distintivo de los modelos que la casa Patek Philippe manufactura en platino.

Los acabados de esta pieza superan los estándares de calidad de la industria relojera como el anglage -o la técnica de pulido a mano de bordes en 45 grados exactos-, esfera con pulido satinado, bruñido negro y decoración de las piezas con patrón de Côtes de Genève.

Su valor está justificado como pieza de colección y como objeto de interés histórico al mismo tiempo.

 

 

 

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