París 2024 será la mayor fiesta deportiva del mundo. La Ciudad de la Luz, considerada como la cuna del arte y la educación, recibirá los XXXIII Juegos Olímpicos, en una competencia marcada por la Guerra en Ucrania y el conflicto entre Israel y Palestina.
Esta competencia -que se celebrará desde el 26 de julio hasta el 11 de agosto- tendrá un toque más contemporáneo y juvenil al incluir disciplinas como el break dance y mantener la escalada deportiva, el surf y el monopatinaje que debutaron en Tokyo 2020.
Entre las sedes más famosas, tendremos algunos de los lugares con más tradición en la cultura popular de los parisinos.
Por ejemplo, el Champ-de-mars (o Campo de Marte) es común por ser un lugar de encuentro y celebración. Ubicado a los pies de la Torre Eiffel será la sede de las competencias de voleibol de playa.
Uno de los 37 puentes que cruzan el río Senna, el Pont D’ iena -Puente de Jenna- también ubicado cerca de la icónica torre, se convertirá en un mirador excepcional para actividades como el ciclismo en carretera, el triatlón y el maratón.
Sinónimo de cultura, el Grand Palais, este espectacular edificio elaborado con 6000 toneladas de acero dedicado a exponer la gloria del arte francés, será la sede de actividades como el esgrima y el Taekwondo.
La plaza de la Concordia, ubicada en la “avenida más bella del mundo” entre los Campos Elíseos y el Jardín de las Tullerías también recibirá algunas actividades urbanas. En este lugar, en donde se encuentra el monumento más antiguo de París: el obelisco de Luxor, los visitantes disfrutarán de disciplinas como el baloncesto 3×3, breaking, ciclismo BMX freestyle y skateboarding.
París 2024: Omega como cronometrador oficial
París 2023 será un nuevo capítulo en la asociación entre Omega y los Juegos Olímpicos.
Esta relación comenzó en la década del treinta, específicamente en 1932, la manufactura cronometró por primera vez los Juegos Olímpicos realizados en Los Ángeles.
Ese hecho fue un momento decisivo en la historia de la medición deportiva. Omega envió a un relojero desde Bienne (Suiza) hasta Los Ángeles, provisto de 30 cronómetros de alta precisión con una exactitud de 1/10 de segundo.
Para el año 1948, la manufactura presentó dos grandes revoluciones del mundo del cronometraje, que representó el comienzo de la “era electrónica”. Entre las tecnologías que aportó la firma relojera estaba la primera cámara photofinish, que señalaba las posiciones exactas de llegada en las carreras.
Para 2012, comienza otra nueva era en la labor de Omega como cronometrador oficial, cuando presenta el Quantum Timer, que tiene una resolución mejorada de una millonésima de segundo.