¿Qué sucede actualmente en cuestión de materiales, mecanismos, estética y marketing en el mundo relojero? ¿Qué vendrá? Lo descubriremos durante estas cuatro ediciones de ON TIME que abrirán la puerta hacia el conocimiento y las innovaciones de la alta relojería.
CRÉDITOS: Melina Abache
Desde la invención de aquel primer reloj en 1.530 a.C. la relojería no se ha quedado atascada en el tiempo -sería irónico, ¿no?-. Al igual que han avanzado las manecillas del reloj, ella ha dado pasos agigantados en cada uno de los ámbitos que hacen posible que un reloj sea un reloj. Como principal propulsor están las nuevas tecnologías, que han jugado un papel fundamental para que, década tras década, esto sea posible; al igual que las tendencias que acaparan la atención y alimentan los gustos de los ávidos usuarios. Sin olvidarnos, por supuesto, de la curiosidad innata y la estimulante ambición de los genios detrás de cada marca. Es así como la introducción del tourbillon, el cuarzo y el titanio, por nombrar algunos avances, fueron noticia y hoy en día ya forman parte de la historia y herencia de la alta relojería.
Las grandes firmas de relojería han encontrado que la mezcla es una unión ingeniosa para lograr resistentes, ligeros e innovadores materiales que coloquen a sus guarda tiempos en la delantera del mercado. Las aleaciones son tendencia y, mientras llega el momento de saber si el mercurio será la nueva revolución de la alta relojería mecánica, estos son algunos de los novedosos combinados del momento
Del acero y el oro hemos pasado, en los últimos años, a nuevas composiciones de materiales con nomenclaturas grandilocuentes que, rápidamente, se hacen camino en el abanico de elementos dentro de las manufacturas relojeras. El titanio y el carbono son los favoritos de muchos y, como no podría ser de otra manera, se han convertido en la nueva base de creación de materias inéditas. Las asociaciones con disciplinas ajenas a la relojería también han servido de inspiración para los elementos concebidos; el movimiento eco hoy en día es otro propósito que se abre camino y, la mayor fuerza de cualquier campo relacionado con la inventiva, la creación de patentes, se convierte en el verdadero propulsor en este recorrido de innovación.
Larga vida al Carbono
Desde su introducción en la relojería en los años 80, de la mano de Audemars Piguet, el carbono es uno de los materiales por los que siguen apostando las manufacturas. Su ligereza -80% menos pesado-, resistencia a los golpes y arañazos, así como una atractiva estética deportiva, lo hace un material irresistible con el que trabajar. Mas aún, para generar nuevas aleaciones que enriquecen mucho más sus resultados, que derivan en el vidrio de carbono y el carbotech, por ejemplo.
El vidrio de carbono no es algo que se encuentre comúnmente en los relojes, pero es 100 veces más duro que el acero y ocho veces menos denso. Esto le permite flotar prácticamente en el agua mientras se asegura de que permanezca casi impenetrable, lo que lo hace altamente resistente al agua. Además, el material combina carbono negro junto con fibras de vidrio pigmentadas. Esto resulta en rayas de colores y patrones irregulares en el reloj que crean una impresión artística en varios tonos.
El carbotech, por su parte, es un material compuesto hecho a base de fibra de carbono. Además de ofrecer un rendimiento técnico excepcional, el carbotech tiene un aspecto negro mate no uniforme que varía en función del corte del material, de forma que cada ejemplar es único. Se introdujo por primera vez en 2015 como material de fibra de carbono reforzado hecho para manejar las condiciones extremas del océano.
Relojes no metálicos
La cerámica no es nueva en la relojería, pero ser un material más liviano y sólido que el acero lo hace un elemento atractivo para trabajar, incluso luego de 30 años en el mercado. La cerámica es totalmente resistente a las rayaduras y presenta una superficie de tacto agradable, de sensación aterciopelada. Su versión más técnica es la empleada en la relojería, y se basa en polvos policristalinos tales como los silicatos, el óxido de aluminio o el carburo de silicio. Estas sustancias se mezclan con varios aditivos para crear una masa homogénea, a la que se le da forma y finalmente se sinteriza a muy altas temperaturas en un horno. Durante el proceso de sinterizado los aditivos se evaporan, dejando cuerpos de cerámica extremadamente estables. Entre ellos…
El Ceratanium®, desarrollado específicamente para IWC Schaffhaussen, se basa en una aleación especial de cerámica y titanio -lo mejor de ambos- que lo hace un material tan ligero y robusto como este, así como resistente a los arañazos, lo que bien hereda de la cerámica. Su composición permite fabricar por primera vez un reloj de color negro mate por completo, es decir, sin utilizar ningún tipo de revestimiento. Por primera vez, el Ceratanium® permite fabricar componentes tales como pulsadores o hebillas en un diseño de color negro azabache sin aplicar ningún revestimiento.
El aluminio ceramizado ha sido usado tanto por Panerai como Zenith. El primero hasta lo ha personalizado bajo el nombre Panerai Composite. Es una cerámica sintética que se basa en el polvo de óxido de circonio, creada mediante un proceso electroquímico de ceramizado del aluminio. Mediante una serie compleja de operaciones de procesamiento y acabado, adquiere un aspecto final mate especialmente uniforme que le proporciona una gran dureza -hasta cinco veces más que el acero inoxidable-, resistencia y ligereza. Por su parte, Zenith ha experimentado con la “oxidación electrolítica del plasma” para transformar la superficie del metal en óxido cerámico, que es altamente resistente a la corrosión.
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