De la maison se desprenden suspiros de orgullo. Esta es la gran noticia que habían estado preparando relojeros, desarrolladores, creativos, marketers y, por supuesto, los flamantes nuevos embajadores de la marca a propósito del lanzamiento de la nueva colección Pashá de Cartier
Cinco jóvenes personalidades conocidas por ser discordantes, multifacéticos, excepcionales y muy diferentes a los cánones clásicos del éxito: Rami Malek, Troye Sivan, Willow Smith, Maisie Williams y Jackson Wang. Y el sexto dedo mágico, la visión creativa del fotógrafo neoyorkino, Craig McDean.
“Estamos encantados de presentar esta campaña y presentar estos talentos extraordinarios a nuestras diversas audiencias de todo el mundo. Cartier es una casa pionera, en constante exploración creativa y firmemente comprometido con crear campañas innovadoras y colecciones que atraigan a nuestros audiencias diversas”. declaró a periodistas, bloggers y medios de todo el mundo, Arnaud Carrez, Director de Marketing y Comunicación de Cartier Internacional. “La difusión de esta campaña nos permite compartir nuestros valores de universalidad y franqueza. La contribución de nuestros nuevos embajadores de Pashá es una forma de que nuestra maison celebre este diálogo creativo nacido hace más de 170 años ”.
Con estas palabras oficiales quedó abierta la campaña y el lanzamiento de Pashá fue oficial, pero entonces quedaba hacer click en el cortometraje. Ver los rostros de estos jóvenes y escuchar qué los inspira, de dónde sacan la fuerza para crear, exhibir, reinventarse continuamente. Eso te lleva a otro click, las entrevistas cruzadas, escucharlos hablar de autoconocimiento, de dudas humanas, de qué los preocupa y cómo planean resolverlo.
En los ochenta nació este icónico reloj y desde entonces ha sumado fortuna y fama a Cartier, por eso vuelve al portafolio (ver Evolución del Pashá aquí). Al 2020, y en una presentación fuera de lo tradicional en plena pandemia mundial, encontramos el mismo Pashá, pero diferente: su tamaño ha crecido para ganar protagonismo, sus líneas continúan vigentes y los acabados resultan más atractivos que nunca.
Pero sobre todo, su mensaje fresco nos queda resonando. Seguro que estos no fueron los planes de Cartier, pero indudablemente no pudieron ser tiempos mejores para recordar cuánto de Pashá tenemos por dentro.
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