Por Elia Moreno
Este reloj es un momento muy punk de la marca británica. Justamente por su espíritu indómito dentro de la industria de relojería de lujo y por su ADN inglés, esta es una asociación de ideas que nos parece más que justa.
En la década de los setenta, la banda del movimiento punk temprano, The Clash y sus cinco integrantes se habían adueñado de la movida musical insurgente y politizada del Reino Unido. Pocos años después ya había contagiado al resto de Europa y sonaba en los sótanos underground de los Estados Unidos de los años ochenta.
Su tema “Should I stay or should I go”, sin embargo, ha logrado transferirse a través de generaciones y de criterios. Sí, encabezó carteleras y sí, fue la banda sonora de un comercial muy popular, pero sobre todo corresponde a un grito de desafío a las normas, a la autoridad, al orden.
Ahora este lema del punk está grabado en láser sobre el cristal de zafiro del fuerte Chronofighter Grand Vintage Graffiti tan rebelde como su caja grande, su corona de cronógrafo a la izquierda y su intención de sentirse británicos irredentos. Sólo se producirán cinco de estas piezas.
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