La colección Vacheron Constantin Métiers d’Art rinde homenaje a la antigua cultura china con su nueva serie “Tributo a los símbolos tradicionales”, protagonizada por dos interpretaciones del “Acantilado sobre agua de mar”, un legendario motivo chino que apareció por primera vez en el siglo XIV.
Ambos relojes están alojados en una caja de 38 milímetros de diámetro, de oro rosa o blanco de 18 quilates, junto al Calibre 2460 que impulsa las agujas centrales de horas y minutos, estas esferas son una dinámica y hermosa expresión del simbolismo cultural chino.
La esfera está elaborada con un esmaltado cloisonné, originario de China. Sobre el fondo de un cielo nocturno tachonado de estrellas, los picos de las montañas, orlados por vegetación con forma de brotes de jengibre, son acariciados por las olas de las mareas.
La elección de esta técnica se produjo de forma natural, gracias a la flexibilidad que ofrece tanto respecto a la paleta de colores disponible como por las posibilidades de diseño gráfico de las intrincadas formas.
Para resaltar esta obra maestra del esmaltado, el bisel del modelo está íntegramente grabado a mano con un motivo de murciélagos. En chino, “murciélago” y “felicidad” tienen pronunciaciones similares, lo que explica en parte que se considere que este animal es presagio de buena fortuna. Es frecuente ver en la decoración china cinco murciélagos.
La esfera de una sola pieza presenta olas en hueco grabado, partes esmaltadas en azul y secciones en relieve, engastadas con diamantes, para la zona de la montaña composición, dotando al motivo de una estética sutil a la vez que distintiva.
Vacheron Constantin Métiers d’Arts: exquisita manufactura
Esta edición de Vacheron Constantin Métiers d’Arts presenta, en el interior de la caja de 38 mm de diámetro de oro rosa y blanco, opera el movimiento de manufactura Calibre 2460, elegido por su atractivo estético y sus compactas dimensiones (26,2milímetros de diámetro y 3,60 milímetros de grosor).
Gracias a su configuración de agujas centrales, el reloj disfruta de una perfecta integración con una esfera que aporta amplitud y profundidad al desplazamiento de las horas y los minutos. Dotado de una reserva de marcha de 40 horas, cumple todos los criterios del Punzón de Ginebra, que certifica tanto el origen como la exquisita manufactura relojera.
El rotor de oro de 22 quilates se hace eco del simbolismo de la esfera, ya que la masa oscilante está delicadamente grabada con un motivo que recuerda el movimiento de las olas y las mareas. Los relucientes diamantes talla brillante que adornan el oleaje de la esfera desprenden un tenue resplandor de luz de luna cenicienta, que encuentra eco en el engaste del bisel enteramente adornado con diamantes talla brillante.